domingo, 28 de agosto de 2022

El colirrojo tizón

 


Un colirrojo tizón
por las tardes curiosea,
da saltos, revolotea,
hurga en la vegetación.
Recostado en mi sillón
desde dentro del garaje,
miro su vuelo de encaje
y el mira cómo le miro,
le hago fotos de seguido,
y preparo un reportaje.


En Salinas es fácil ver al colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros). Se reconoce enseguida por el color rojizo bajo la cola y por la forma de moverse, haciendo rápidas "sentadillas" y oscilando la cola arriba y abajo.




martes, 23 de agosto de 2022

Gentilicios serranos



Hace años, en la escuela se estudiaban los gentilicios, sobre todo los especiales.  Se preguntaba: ¿Cómo se llaman los de Lérida? Ilerdenses, ¿Y los de Calatayud? Bilbilitanos.

Pues en esa línea, recojo aquí los gentilicios de algunos de nuestros pueblos serranos que aparecen en el libro:

DICCIONARIO DE GENTILICIOS TOPONÍMICOS ESPAÑOLES” de Tomás de la Torre Aparicio. 
Que está muy bien, porque además también recopila "dichos tradicionales" para cada pueblo. Ahí van:

Salinas del Manzano: SALINEROS, “Tripas de cordero”: Por la fuerza del consonante: Salinero, tripas de cordero.
< Las mocitas de Salinas, cuando van de procesión, llevan un gato por santo y una vieja por pendón>

Salvacañete: SALVACAÑETEROS, “ Descamisados, Veleteros”: Por fanfarrones y poco responsables.
< En Salvacañete, mucha corbata y mucho sombrero, pero van a Salinas por el dinero”.>

Tejadillos: TEJADILLEROS. (Sin más comentarios).

Cañete: CAÑETENSES, CAÑETEROS, “Funcionarios”: Quizá por ser cabeza de partido.
<En Cañete, el que más larga la tiene más la mete.>
< Para animales Cañete, para borrachos Campillos, para gandulas La Huerta, y para putas Tejadillos.>

Alcalá de la Vega: ALCALADINOS, ALCALAINOS, ALCALEJOS, ALCALEÑOS, “Capiruchos”(¿?)
<Alcalá de la Vega, fama de mozos: entrando la quinta, mancos y cojos>

Zafrilla: ZAFRILLANOS, ZAFRILLENSES, ZAFRILLEROS. “De la ciudad de canales”: Porque las casas originales del pueblo tenían los tejados cubiertos de canales hechos de madera, en lugar de tejas.
< Zafrilla, corral de vacas, los hombres son los vaqueros, las mujeres las vacas y los muchachos becerros>

martes, 16 de agosto de 2022

La fascinante historia del perro de San Roque

 

Imagen tomada de http://www.ilpuntosulmistero.it/

Cuando una novela o una película tienen éxito, se hacen continuaciones protagonizadas por secundarios de la historia principal. Ahora les llaman spin-off, aunque siempre les hemos llamado “secuelas”.

Pues este es el caso del perro de San Roque, que tiene su propia historia. (O incluso varias)

Dicen que se llamaba Guinefort y era un lebrel o galgo. Tras la muerte de San Roque en la cárcel, Guinefort sirvió a un caballero que vivía en un castillo cerca de Lyon.

Un día salió el caballero a cazar dejando al perro al cuidado de la casa. Cuando regresó se encontró a la niñera gritando, la cuna de su hijo recién nacido estaba volcada, no se veía al pequeño y guinefort salió a recibirle con las mandíbulas chorreando sangre. Inmediatamente pensó que el perro habia devorado al niño, sacó la espada y lo mató.

Entonces se oyó llorar al niño, al que encontró sano y salvo bajo la cuna, y junto a él una gran serpiente, a la que guinefort habia destrozado a dentelladas. El pobre perro había salvado al niño de la serpiente.

Apenados por el error, pusieron el cuerpo de Guinefort en un hoyo, lo cubrieron con piedras y plantaron árboles alrededor. Total, que el lugar se convirtió en un santuario al que acudían las gentes a rogar al santo Guinefort protección para sus hijos pequeños. Había nacido un santo popular. [1]

La iglesia oficial, como no podía ser de otra forma, no reconoció semejante herejía, y combatió el culto, unas veces con discreción y otras no tanto. Dicho culto persistió en la zona hasta los años 40 del siglo XX.

Otra referencia, ésta menos literaria, es la de Joan Amades, folclorista catalán,  recogida en su “Costumari Català”. Nos cuenta que en Barcelona hasta hace 150 años también se veneraba al perro de San Roque, que era de raza Spaniel Bretón, pequeño y paticorto, blanco con manchas de color canela. Y se llamaba Melampo.

Los cultos ancestrales asoman por las costuras del cristianismo, la veneración a los santos, los lugares mágicos, las aguas milagrosas etc. 

El culto a un perro... en fin. 😒


[1] Fiesta y rito en la Europa moderna: Edward Muir 2001. Profesor de Historia en la Northwerstern University y especialista en historia del Renacimiento italiano.



sábado, 13 de agosto de 2022

Cuscuta

 

Cuscuta sobre una aliaga.

La cuscuta es planta curiosa. Parece un estropajo deshecho, en este caso encima de una aliaga, aunque también son frecuentes sobre el tomillo y la ajedrea. De hecho el nombre científico "Cuscuta epithymum" hace referencia a su abundancia en el tomillo, epi = encima,  thymum = tomillo.

Entre los nombres vernáculos mas frecuentes están "cabellos de tomillo", "barbas de ajedrea", y en la serranía de cuenca he leído que solían referirse a ella como sedilla.

En catalán, "cabell de farigola", y una que me gusta, tinya, que da idea de su carácter de planta parásita. 

La foto la he tomado detrás del depósito del agua, en la pequeña zona en que pusieron bancos y algunos árboles, pero donde son muy frecuentes es en el camino que sigue el curso del río. 

No tiene hojas, solo los filamentos amarillos con unas raicillas que se llaman haustorios y le sirven para chupar la savia de la planta parasitada.

En la naturaleza, como en la sociedad humana no faltan los que viven a costa de otros.

Vista desde cerca de una flor.

El Dr. Leclerc (1870-1955) gran especialista en plantas medicinales, probó sus efectos en infusión junto con anís verde para combatir el estreñimiento y aliviar las flatulencias. 

Dioscórides, hace casi 2000 años, ya la prescribía con miel, sal y una pequeña cantidad de vinagre para los que padecen de humor melancólico y ventosidades.

Ahí lo dejo.

jueves, 11 de agosto de 2022

San Roque, vida y milagros.

 


Roque nació en la ciudad de Montpellier en 1284. Era hijo tardío de Juan y Liberia, señores nobles, ricos y virtuosos. A los veinte años,  perdió a sus padres y se halló dueño de un opulentísimo patrimonio. Como la edad no le permitía disponer de sus bienes, dejó la administración a un tío suyo.

Salió secretamente de su casa y tomó el camino de Roma. En Aquapente de Toscana vio Roque el estrago de la peste que llenaba de luto las casas. Se dedicó a asistir a los apestados y tan pronto como empezó a a hacerlo, cesó la peste en la ciudad. Lo mismo hizo en otras ciudades del contorno. Supo que la enfermedad se había declarado en Roma, fue allá con el mismo milagroso efecto que su presencia y oraciones tuvieron en otros lugares.

No se libró él mismo de contraer la peste y se retiró a una cueva de la montaña. Un caballero llamado Gotardo, que vivía en las inmediaciones, observó que su perro tomaba todos los días un pan con la boca y escapaba con él. Extrañado, siguió al can y descubrió al destinatario del robo.

Este prodigio hizo que Gotardo abandonara su regalada vida y se hiciera ermitaño.

Al cabo de un tiempo, Roque regresó a su patria. Viéndole enfermo y andrajoso el gobernador le mandó encarcelar. Este gobernador no era otro que su tío. Gracias a un sacerdote que le visitó en prisión, Roque fue identificado por una pequeña cruz de color rojo que tenía en el estómago de nacimiento. Cuando su tío acudió a la cárcel para abrazarle, Roque ya había muerto y tenía a su lado una tablilla escrita con estas palabras:

Los que tocados de la peste invocaren a mi siervo Roque, se librarán de esta cruel enfermedad”.


Tomado de "El santoral de Luis Carandell"


miércoles, 3 de agosto de 2022

La rana cabreada

 


La rana del Henarrubia,
oculta entre los hierbajos,
sufre la falta de lluvia.
¡No hay agua en este regajo!

Tuvo una prole cuantiosa,
cuatrocientos renacuajos.
Con voracidad morbosa,
se los comieron los grajos.

Si alguno sobrevivió,
lo remató la sequía.
No es fácil la vida, no, 
con la familia perdía.  😕

Y ahora viene un negligente,
a hacerle fotografías.
¡Hay que ser impertinente,
querer que encima sonría!


 

martes, 2 de agosto de 2022

La Peña de la Miera

 

El agujero que queda a la izquierda estaba ocupado por la peña.

Subiendo a Cañasáez, tomando la bifurcación que sale hacia la derecha y sube hacia el Corral de los Rojos, andados unos cien metros, a la izquierda del camino y junto a él, hubo una gran roca de arenisca, de la que queda solo el hueco y los restos de haber sido excavada. Era la Peña de la Miera.

Me cuenta Vivencio, que se llamaba así, porque era el lugar en el que los pastores marcaban antiguamente a las ovejas, y es una tradición que vale la pena conocer.

Al parecer la arrancaron para usarla como áridos. 


IDENTIFICAR EL GANADO

¿Como se hace ahora?

Con muchas leyes y reglamentos, como todo. Está regulado por el RD 685/2013, que establece el sistema de identificar y registrar ovejas y cabras en España de acuerdo con la UE.

A partir de 2005 es obligatorio que ovejas y cabras lleven:

  • Un crotal (pendiente) de plástico amarillo, normalizado y a prueba de falsificaciones en la oreja derecha.

  • Un identificador electrónico, un chip, que se llama bolo ruminal porque va en el rumen, el estómago mayor de la oveja.

Tanto el pendiente como el chip tienen el mismo identificador : las letras ES de España, seguidas de 2 números que indican la comunidad autónoma, (el 07 para CLM) y otros 10 más que son los que identifican concretamente al animal.

Hay que tener todo el ganado identificado antes de que cumplan 6 meses, y se libran los corderos que se sacrificarán antes de un año, a los que solo se les pone un crotal, pero en la oreja izquierda.


¿Como se hacía antaño?

Siempre ha sido imprescindible identificar el ganado, tradicionalmente las ovejas llevaban señales y marcas. Acreditaban la propiedad del animal y permitían separarlos en caso de que que se juntasen y reconocerlos si se perdían.

 Todos los pastores conocían la identificación de los diferentes ganados, no solo de su pueblo sino también de los de alrededor.


Las señales eran rasgaduras o cortes que se les hacían en las orejas a las ovejas y cabras que se mantenían para cría. Se hacían con una tijera. Eran diferentes para cada ganado y tenían nombre propio según el tipo de corte.

Las marcas se hacían en el lomo de la oveja después de esquilada, cuando la lana le había crecido muy poco.

Miera. Instrumento para marcar.

Se preparaba un caldero con pez caliente, de la destilación de la resina de pino y se mojaba en él el hierro con la marca que se aplicaba al animal. Había que hacerla cada año, porque al esquilarlas desaparecía la marca. Esta marca se llamaba “empega”, y al proceso “empegar”.


En Salinas, el proceso de marcar las ovejas se hacía en la Peña de la Miera, pero no se llamaba empegar sino “amierar”, y tanto la sustancia empleada como el instrumento usado recibían el nombre de “miera”.

El filólogo aragonés Rafael Andoltz recogió el uso de la palabra miera en el pueblo de Sarrión para el hierro de marcar y también está registrado su uso en el rincón de Ademuz. 

En Salinas no se usaba pez procedente de la resina de pino, sino aceite de la destilación de la raiz de enebros. Hay dos variedades de enebro que se dan en la zona, el común y el de la miera (Juniperus oxycedrus). El nombre de este último, enebro de la miera, habla por si solo. Pero se debían usar los dos.

Según me explica Vivencio, los pastores grababan en la Peña de la Miera sus iniciales, o las marcas que aplicaban a las ovejas, por lo que la peña era una especie de registro. Seguramente tenía su complejidad, porque los ganados pasaban a veces de padres a hijos y también había ganaderos nuevos y las marcas cambiaban.

Quien arrancó la piedra arenisca en cuestión, nos hizo un triste favor. Supongo que por ignorancia.

Otra cuestión interesante respecto a las ovejas, es que también había un rebaño comunal. Los vecinos que tenían unas pocas ovejas, las juntaban y establecían turnos para llevarlas a pastar.

¿Cómo se marcaban estas ovejas? Debió haber unas normas sobre cuantas ovejas podía poner cada vecino y como se organizaban los turnos para llevarlas.

He leído que al rebaño comunal se le llamaba “dula”, y cuando lo llevaba alguien contratado se le llamaba “dulero”, pero esto ocurría en pueblos con mas recursos.

En Salinas no se contrataba un dulero. Se hacían veceras, adras o turnos de pastoreo, no sé de cierto como lo llamaban. Dice mi esposa que ella recuerda que decían "ir a la dula".