La encontré por casualidad. Apareció en el diario "La Correspondencia de España" del 22 de octubre de 1899.
Una noche de octubre era asesinado un recaudador de contribuciones en un descampado junto a Salinas del Manzano. El criminal estaba detenido en Cañete y había confesado. Era un hombre de 32 años, de profesión sastre, natural de Madrid.
Asunto curioso, porque el criminal estaba alojado en casa del recaudador, en Salvacañete, y se había hecho novio de una de sus hijas. Según el periodista se trataba de un asesinato por encargo.
Algo muy bueno es que en la época no tenían los escrúpulos de ahora, que solo se ponen las iniciales. El muerto era Basilio García Castelblanque, y su homicida se llamaba Eusebio Carpintero.
EL RELATO.
Me explica Vivencio que pese al mucho tiempo transcurrido, hay memoria oral del suceso. El crimen tuvo lugar junto al camino entre Salinas y Salvacañete, y después de cometido, Eusebio, el sastre, amontonó leña precipitadamente y le pegó fuego para deshacerse del cadáver.
Al irse, desde la distancia se volvió a mirar y le pareció que el muerto todavía se movía, por lo que volvió corriendo al lugar de los hechos a cerciorarse.
Dicen que fue tanta la impresión que le causó, que él mismo murió 3 ó 4 días después. Según esta versión debería haber muerto detenido en el cuartelillo de Cañete, por lo que yo pensé que más que la impresión del crimen, pudo mandarle al otro barrio la "insistencia" de la guardia civil para hacerle confesar.
LAS INDAGACIONES.
Me puse a buscar por internet en la prensa histórica.
- La primera vez que encuentro al asesino, Eusebio Carpintero, es en mayo de 1892, es decir 7 años antes del crimen en Salinas. Tenía 25 años y fue atendido por la policía de Madrid que lo llevó a la casa de socorro. Había intentado suicidarse tomando fenol, según dijo por asuntos familiares.
- Nuevamente lo vuelvo a encontrar el mismo año del crimen, es decir 1899. El 7 de febrero hurtó cosas de valor a un importante industrial de Navalmanzano, por lo que el juez de Cuellar (Segovia) le pone en busca y captura. En la orden del juez se le describe como delgado, bajito y con bigote rubio. Es muy curioso que se dan detalles de su vestimenta. En la época, uno no se cambiaba de ropa facilmente, la gente no tenía mucho fondo de armario. Eusebio Carpintero viste bastante bien. Pero no lleva sombrero como las clases altas, sino boina o gorra visera. Cuando llegó a Salvacañete y se alojó en casa del recaudador, ya estaba pues perseguido por la justicia.
- Y la última noticia que encuentro sobre él es en el Diario de Huesca en su edición de 29 de agosto de 1923. Nos dicen que ha salido de la cárcel de Figueras en libertad condicional. Pasó pues 24 años a la sombra, y por tanto no había muerto de la impresión, como se cuenta.
LOS INTERROGANTES
Son muchos. Supongo que los documentos del proceso los aclaran, y me habría gustado ver el expediente.
¿Por qué fue Eusebio a parar a Salvacañete?
¿Había un plan previo para matar al recaudador?
¿Actuó solo o formaba parte de una banda?¿Un crimen por encargo?
¿El móvil fue el robo?¿Solo el robo? ¿Entonces por qué matar al recaudador?
¿Cómo tuvo lugar el asesinato?
etc, etc.
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