lunes, 24 de julio de 2023

Pucherazo en Salvacañete

 

D. Práxedes Mateo Sagasta. Tomada de la Real Academia de la Historia

21 de agosto de 1881

Sr. Presidente de la mesa electoral de Salvacañete:

Manuel Ruiz Castelblanque y Alejandro Martínez Sebastián, vecino el primero de esta villa y el segundo de Salinas del Manzano, ante Ud. Respetuosamente exponemos:

Que habiendo sido proclamados interventores por la comisión inspectora del partido, como consta en las credenciales que en el día de ayer entregó Ud. se han constituido en la puerta del local designado a las 7 de la mañana, cuya puerta estaba cerrada. Volviendo a las siete y media se han encontrado en el local constituida la mesa con los otros cuatro interventores y dos suplentes manifestando a los que suscriben que ya se había constituido el colegio y que no había lugar a admitirnos como tales interventores. Se ha hecho presente verbalmente que no eran las ocho, que se estampara la protesta en el acta, que se librase certificación por el Sr. Presidente para acreditar estos extremos y los de haber reclamado también, que se manifestase la lista de los que habían tomado parte y todo se ha negado manifestándose que no podía facilitarse la certificación ni estampar en el acto la protesta hasta después del escrutinio.  Y como se ha lastimado nuestro derecho de interventores, se nos priva del derecho como electores sin darnos cabida en la mesa y sin hacer constar nuestras reclamaciones verbales nos mueve a formular el presente manifestando:

1º Que nos hemos presentado en el local designado antes de las 8 de la mañana como se probará con los testigos presenciales y no han querido admitirnos como interventores.

2º Que se ha pedido se hiciese constar esta circunstancia y se ha negado a ello la mesa.

3º Que se ha pedido certificación y se ha manifestado que no podía distraerse la mesa hasta su terminación.

4º Que reclamado al Sr. Presidente manifestase el reloj, ha contestado que lo tenía en su casa.

Y 5º Que por el interventor D. Manuel Perea se ha participado que había adelantado su reloj.

Y como según el nº 2 del artículo 129 de la vigente ley electoral se ha cometido infracción,

Atte. suplican se sirva dar por presentada la presente y acusar el recibo que en dicho artículo y párrafos se citan, además de contestarla para lo que más convenga.

Dios guarde a Ud mil años

Salvacañete 21 de agosto de 1881    

Alejandro Martinez/ Manuel Ruiz

--------------------------------------------------------------

7 de setiembre de 1881

Sr. Juez Municipal de Salvacañete

Manuel López, vecino de Salinas del Manzano, de oficio labrador y mayor de edad según cédula personal que exhibe ante V.S. como mejor proceda, expongo: Que para los efectos que correspondan en justicia se me admita la información que ofrezco con citación del fiscal municipal sobre los hechos siguientes:

1º Que llegando a la sala consistorial el día 21 de agosto último, como sitio designado para la elección de mi Diputado a Cortes antes de las ocho de la mañana, los  interventores nombrados para la mesa de esta sección D. Alejandro Martínez Sebastián y D. Manuel Ruiz Castelblanque a ocupar su puesto, no se les admitió so pretexto de que era pasada la hora, siendo así que en el cuadrante del pueblo que sirve de reloj por no hallarse este corriente, marcaba las siete y media, como igualmente en el reloj particular de Mariano Rodríguez, a donde fue a preguntar, y la elección se principió y concluyo con interventores suplentes de la mayoría, excluyendo por tanto a los de las minorías.

2º Que concluido el escrutinio en la tarde del expresado día 21 se pidió por el elector Alejandro Martínez certificación de la elección, con expresión de los votos obtenidos por el candidato D. Casildo Arribas que era el suyo y en cuyo nombre gestionaban, a la vez que contestación a la protesta que dicho Sr. Martínez había presentado por escrito y se les ha negado.

3º Que no se han fijado al día siguiente después de la elección en el sitio público de costumbre la lista de votantes y votos obtenidos por los candidatos, cuya información acordará el juzgado o practicará mandando después que se entregue original al solicitante.

Dios que a V.S. guarde.   

Salvacañete, siete de setiembre de 1885

-------------------------------------------------------------- 

Las elecciones de agosto de 1881 las ganó D. Práxedes Mateo Sagasta, el de la foto. Era del partido liberal.

Bueno, las ganó es un decir. Los resultados de las elecciones se amañaban por medio de la red caciquil que se extendía por cada rincón de España. Así sucedió durante el último cuarto del S XIX y el primero del XX. Liberales y conservadores se iban alternando, bien por mangoneo del rey o por acuerdo mutuo. Todo estaba amañado.

Los interventores que firman el texto de arriba fueron engañados, pero ellos tampoco eran trigo limpio. Alejandro Martínez, el de Salinas, iba de parte de Casildo Arribas, un cacique del partido conservador, cuya familia controló el distrito electoral de Cañete hasta la llegada de la 2ª república.

Ahora la política en España es más limpia. Por lo menos las elecciones.


domingo, 9 de julio de 2023

Molinos y molineros

 

Foto del molino a finales de los años 70

En éste lugar se halla un molino harinero perteneciente a Juan Francisco Peynado de Araque, vecino de Moya. Dista de esta población un cuarto de legua y se halla sito inmediato a Peña Rubia, moliendo de continuo, no faltándole ribera con el agua de unas fuentes cercanas a él. Produce anualmente 37 fanegas de trigo, el que al presente lo tiene arrendado Jaime Torán, a quien consideran serle de útil en cada año cuatrocientos y cincuenta RS.

Respuesta de Salinas del Manzano en el catastro de Ensenada (1752)


El molino de Salinas era muy modesto y las ganancias del molinero escasas. En el mismo catastro se detalla que un labrador ganaba 800 Rs al año y un jornalero 600. La familia del molinero tenía que tener otros ingresos para poder vivir.

El molinero cobraba en especie. Cuando le llevaban el grano para moler, lo primero apartaba su comisión que era de medio celemín por cada fanega (En algunos molinos era de hasta 1 celemín por fanega). A esta comisión se le llamaba la maquila, y al acto de cobrarla maquilar.

Veinticuatro molinos
hay en la sierra:
veinticuatro ladrones
viven en ella.
Tin, tin
de cada fanega,
un celemín.

Si es para un rico,
una para el borrico:
si es para un pobre,
otra para que sobre,
y si la molinera tiene roto el jubón,
un celeminón.  [1]

Se maquilaba con medidas de áridos, la fanega eran 54,1 litros y el celemín una doceava parte de la fanega. Se medía con un cajón calibrado en el que se ponía el grano sin apretarlo y se enrasaba con un rodillo. Cada fanega de trigo daba de sí para 28 panes de kilo y medio. 

Si echamos cuentas, el molino de Salinas recibía al año 888 fanegas de trigo, que a 44 kg por fanega harían 39.000 kg. Teniendo en cuenta la población, unas 300 personas, salían a unos 350 g por persona y día.  Los datos cuadran.

¿Eran honrados los molineros?
 
Desde luego era una profesión con mala fama. Se daba por sentado que siempre sisaban. Un molinero honrado era como un unicornio, y así lo recoge el refranero [2]:
  • De molinero mudarás, pero de ladrón no saldrás.

  • De molinero a ladrón no hay más que un escalón; y ése es tan bajo, que lo sube un escarabajo.

  • Molinero y ladrón, dos cosas suenan y una son.

  • De molinero mudarás, pero de robado no escaparás.

  • Maestro de molino, ladrón fino.

  • Quien dijo maquilar, quiso decir robar.

  • Quien te maquila, ése te esquila.

  • Molinero ladrón, no saca maquila, sino maquilón.

  • Molinero maquilero, ladrón primero.

  • Cien sastres, cien molineros y cien tejedores, trescientos ladrones (En el SXX, habrá que añadir los tenderos y los taxistas).


Tiene la molinera

ricos percales,

de la harina que roba

de los costales [1]

 Y para terminar unos que no van de sisar y son bastante curiosos:

  • Espaldas de molinero y puercos de panadera, no se hallan dondequiera.
  • Unos nacieron para moler y otros para ser molidos.
  • No te sientes ni en arca ni en escalera, ni te cases con hija de molinera.  😕 ¿Tendrá que ver con la ligereza moral que se atribuía a las molineras? Ni idea.


[1] Aguirre Sorondo, Antxon: La molinería en la literatura y las tradiciones orales

[2] DIEZ BARRIO, Germán . Biblioteca virtual Miguel de Cervantes