miércoles, 24 de enero de 2024

1924. La carretera de Cuenca a Teruel

 

Así era el transporte público en aquellos años. [1]

La carretera entre Cuenca y Teruel se había terminado hace tiempo (Ver crónica aquí)
En 1924, hubo actos de hermanamiento entre ambas provincias y de reivindicación de un transporte público que uniese ambas ciudades. 

Se convocó una concentración para el 24 de febrero en la plaza de Cañete, que no pudo hacerse porque cayó una gran nevada, y que tuvo lugar finalmente el domingo 9 de marzo. 

En abril, una comisión de Cuenca viajó a Teruel. En correspondencia, una comisión de Teruel fue a Cuenca en el mes de junio. Los miembros de la comitiva estuvieron en Cuenca 3 días, del 7 al 10 de junio, celebrándose todo tipo de actos de hermanamiento.

Lo que sigue es la crónica que de aquella visita apareció en el diario turolense "La Provincia" el 8 de junio. 

DE TERUEL A CUENCA 

(La Provincia, diario independiente de Teruel) 10 céntimos

Al llegar los expedicionarios turolenses a Villel encontramos de avanzadilla al delegado de Cañete señor Fernández Navarro y diputado provincial señor Sahuquillo, en el automóvil del primero, quienes después de los saludos de rigor se unieron a nosotros.

En Salvacañete esperaba el vecindario nuestro paso desde las tres de la madrugada en la carretera. Llegamos a las siete. Fuerzas de la Guardia civil imponen orden porque el vecindario todo desea saludarnos rodeando nuestros autos entre aplausos y vítores. Las simpáticas muchachas del pueblo con sus mejores galas ofrecen flores a las señoritas de Teruel. Los hombres somos obsequiados con pastas, licores y cigarros.

Una Comisión de Salvacañete entrega un mensaje y un saludo a Teruel a nuestro compañero Cano, quien corresponde con frases de gracias y reciprocidad, dándose vivas a Teruel.

Entre aclamaciones partimos para Salinas del Manzano, donde se repiten las manifestaciones de entusiasmo por los expedicionarios. El pueblo se halla engalanado y su honrado vecindario, también a pie firme, ha estado aguardando desde las cuatro hasta las ocho que llegamos.

El párroco saluda a Teruel y presenta a las autoridades a los turolenses. Nuevos vivas. El Ayuntamiento ofrece un "lunch" y León Cano da las gracias en nombre de los viajeros. Las mañicas son obsequiadas con flores y una corona artística que se coloca en el auto que hace cabeza. La despedida es tan cariñosa como el recibimiento.

En Cañete, el recibimiento es espléndido. La Banda de música toca la Marcha Real a nuestro arribo, se disparan cohetes y el pueblo rompe en vítores y aplausos.

Descansamos tres horas y, puestos en marcha llegamos a Pajaroncillo a las dos de la tarde. Aquí el pacífico vecindario ha estado aguardándonos desde las siete de la mañana. Somos recibidos a los acordes de la jota; las señoras obsequiadas con flores y nosotros con licores y refrescos.

Despedidos por todo el pueblo reanudamos la marcha hacia Carboneras, donde aquí todos los habitantes nos tributan tan gran recibimiento como grande es nuestra gratitud.

Los niños de las escuelas, alineados, cantan y aplauden y una rondalla deja oir las notas de la emocionante jota. El maestro don Félix Martínez en una salutación ensalza la belleza de la mujer turolense; el delegado gubernativo señor Fernández Navarro recuerda el acto de Cañete que sirvió para unir prácticamente a Cuenca y Teruel y Cano da las gracias a todos por estas muestras de afecto e interés interprovincial. Aplausos.

Llegamos a Fuentes y aquí aguardan 18 autos de Cuenca con las Comisiones que salen a esperarnos. Entre los que aguardan y los llegados, se desborda el entusiasmo y los vivas a Cuenca y Teruel se suceden sin interrupción.

En Fuentes se espera al resto de los autos turolenses que no tardan en llegar, ocupando los coches los Srs. Muñoz, Navarro Navarro, Sanz, Casinos, Sola y Muro.

Organizada la caravana partimos a Cuenca, donde por fin llegamos sin novedad y colmados de agasajos. El recibimiento en Cuenca es imponente; miles de almas esperan nuestra llegada. Los aplausos ensordecen; los vivas se confunden con gritos de júbilo; la música entona pasacalles.

Se hacen las presentaciones; desfilan ante nosotros las comisiones y representaciones; los exploradores, los futbolistas, la banda de música y precedidos de todos estos elementos y seguidos de la multitud, . pasamos por las calles principales de Cuenca dirigiéndonos al Casino, donde se nos obsequia con un gran refresco,

Enterados de nuestros hospedajes y constantemente acompañados de los conquenses, nos trasladamos al Teatro La Fraternal, en cuyo coliseo se da la velada en honor de Teruel.

El Teatro está profusamente iluminado y bellamente adornado, hallándose todas las localidades y entradas vendidas. 

¡Viva Cuenca!

CORRESPONSAL.

Un par de años mas tarde, el transporte público ya funcionaba con normalidad entre ambas ciudades. 
¡Hasta se fomentaba el turismo para ver la Semana Santa de Cuenca! Como se puede ver en el interesante anuncio bajo estas líneas.

Anuncio en el Diario de Teruel. (Marzo 1926)

¿Se te han hecho alguna vez largos los viajes de "La Rápida" (Samar)?

Pues imagina seis horas desde Cuenca a Teruel en un tartano como el de la foto de arriba. La salida desde Cuenca era diaria a las 4:30 de la mañana. A quien madruga, Dios le ayuda.

Vista de la carretera en Salinas saliendo hacia Cañete. [2]


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[1] Fotografía tomada del libro "Historia del transporte en Utiel", de Luis Iranzo Ballesteros (2019)

[2] Tomada de "Las Alcobas del Salín" donde está expuesta. No tiene fecha. Probablemente años 50-60.

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