Mapa hecho por el cura |
En 1787, a instancias del obispo de Cuenca, el cura de Salvacañete hizo un informe sobre Salinas del Manzano, cuyo original se conserva en la Biblioteca Nacional de España BNE.
Casi 40 años antes se había hecho el catastro ordenado por el Marqués de la Ensenada, cuyo resultado en lo referido a Salinas puede leerse también en este blog.
El objetivo principal de estos informes y catastros siempre es el de conocer la riqueza de los pueblos y sus gentes, algo fundamental para sacarles lo máximo posible. Para nosotros, ahora es de gran interés, porque son como una ventana hacia el pasado.
El texto que sigue es la transcripción de dicho documento.
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Para cumplir con lo prevenido y mandado por el
Ilmo. Sr. Obispo de Cuenca en su carta orden, debo decir que la falta de
documentos causada sin duda por el descuido que se advierte tenían en los
siglos pasados para apuntar las cosas más notables en los pueblos no me permite
el hacer aquella descripción que yo quisiera a fin de que este pueblo ocupara
su lugar en la historia, por cuyo motivo me contentaré con apuntar lo que
juzgue oportuno para evacuar el interrogatorio.
El lugar de Salinas Fuente el Manzano es aldea de
la villa de Moya y una y otra propias del Excmo. Sr. Marques de Villena y Moya* ,
pertenece al obispado y provincia de Cuenca y todo su vecindario es de 72
vecinos* y se hallan dentro del arcedianato y arciprestazgo de Moya de cuya
villa dista 3 leguas *.
* El marques de Moya era Felipe López Pacheco y de la
Cueva, XII marques de Villena y XIII de Moya entre otros muchos títulos.
* Cuando habla de vecinos no se refiere a personas, sino a cabezas de familia. Las viudas con hijos contaban como medio vecino.
* Una legua era la distancia que se recorre andando en una
hora. En 1769 se intento normalizar como 8000 varas castellanas, o sea 6,7 km.
Es parroquia dependiente y anexa a la de
Salvacañete y su titular la Natividad de Ntra. Sra. No hay convento alguno y sí
solo a corta distancia una ermita con la advocación de S. Roque, patrón y común
asilo de las necesidades de dicho pueblo.
Su distancia de la capital de la provincia es de
ocho leguas; tiene por circunvecinos en el Reino de Castilla y a su norte a
Campillos Sierra, Tejadillos y Zafrilla *, a su mediodía Alcalá de la Vega y el
Cubillo; a su oriente a Salvacañete y a su poniente a Cañete y la Huérguina, ocupando su
jurisdicción de oriente a poniente media legua, una del norte al mediodía y
tres toda su circunferencia.
* El sentido de la orientación del mosen no era muy bueno. Zafrilla sí está al norte, pero Campillos Sierra está al oeste. Cañete y La Huerguina están al suroeste.
El referido pueblo está fundado en la ladera de
un cerrito pasando por su falda un arroyo pequeño que nace a corta distancia
del pueblo, el que se une muy en breve con el rio de Cañete habiendo sobre el
un pequeño puente de piedra.
Siendo tan pequeñas las sierras que se hallan
dentro de su término no merecen se haga mención dellas, las que se hallan
pobladas de pinos, carrascas robles, sabinas, etc.
No hay noticia alguna de cuando y por quien se
fundó este pueblo, el que no tiene escudo alguno de armas, ni privilegios ni se
sabe haya tenido hombre ilustre alguno en letras ni armas aunque se advierte
hubo castillo en lo antiguo, mas hoy no se ve sino ruinas y vestigios de él.
La calidad de su terreno es buena pero sucede lo
que en otros pueblos de esta sierra que por la poca aplicación de sus vecinos* solo produce trigo cebada centeno y
avena y algún cáñamo aunque poco; tiene ganado mayor y menor, siendo su lana
entrefina y regularmente ascienden sus cosechas a 2000 fanegas de trigo, 1000
de cebada, 700 de centeno y 400 de avena. A 300 los corderos y a 200 arrobas de
lana.
* "La poca aplicación de los vecinos". En el SXVIII y XIX, era un tópico que los serranos eran vagos y pendencieros.
No se halla dentro de su término otra fábrica que
la de sal de agua, administrada por cuenta de la real hacienda a la que produce
anualmente 50.000 reales de vellón.
No hay ferias, mercados, compañías etc. y los
pesos y medidas son los mismos que regularmente se usan en Castilla.
No hay en él estudio general alguno y sí solo una
escuela de primeras letras para niños.
Residiendo la jurisdicción ordinaria en el
corregidor de la Villa de Moya, su gobierno económico se ejerce por dos
regidores pedáneos, los que no tienen privilegio alguno ni se ha erigido en
dicho pueblo en favor de la enseñanza pública ni seminario, colegio, hospital,
casa de recolección y de piedad.
Las enfermedades mas frecuentes y ordinarias en
el pueblo son las pleuresías porque como los labradores con su continuado
trabajo están expuestos a las inclemencias del tiempo, mientras dura el trabajo
el cuerpo se mantiene cálido e igualmente la transpiración, y cesando el
trabajo se enfría el cuerpo y se arromadiza*. (*Se acatarra)
Este humor que desciende de la cabeza va por lo
regular buscando la parte más débil y siendo esta el pecho, por la continua tos
que la acrimonia del referido humor causa juntamente con la frialdad del
ambiente, este es el motivo porque fluye más al pecho que a otra parte del
cuerpo. Omito referir las señales que caracterizan esta enfermedad pues
cualesquiera profesor medianamente instruido las conoce. Su curación es la
misma que se apunta en la descripción del lugar de Salvacañete. El número de
los difuntos incluso los párvulos es el de 7, y el de los nacidos de 14
anualmente. *
* A primera vista, la población crecía a razón de 7 personas más cada año.
Las aguas que se hallan en el término de dicho
pueblo aunque delgadas y saludables, ni son minerales ni medicinales. No se
hallan en él piedras preciosas, canteras de jaspes, ni minas; y aunque se
hallan muchas hierbas medicinales y las que comúnmente se usan en las boticas, no tengo noticia haya alguna extraordinaria, acaso por el poco conocimiento de
los botánicos del país, que es cuanto puedo decir.
Salinas Fuente El Manzano, 7 de enero de 1787
Cura