Una tarde del pasado mes de octubre, comentábamos las pocas manzanas que se han recogido este año y la cosa derivó hacia las distintas variedades de antaño. Se habló de esperiegas y normandas, y José Torralba recordó las magníficas y abundantes camuesas que se recogían en Alcalá de la Vega.
Yo nunca he comido, ni visto una camuesa. Aquellas variedades han desaparecido casi del todo porque eran menos productivas, pese a que estaban mejor adaptadas al terreno y al clima. Y probablemente eran mas sabrosas. En internet he visto que hay iniciativas en varios lugares de España para intentar recuperarlas.
Es una pena que se pierdan. En el inventario español de recursos fitogeneticos se documentan más de 1200 variedades de manzana, pero en los mercados y supermercados solo encontramos como mucho media docena. Cosas de la agricultura intensiva.
En Salinas del manzano, la variedad esperiega debió venir del Rincón de Ademuz. En estas manzanas los azúcares se concentran en el fruto en forma de cristales, lo que les da una textura crujiente y se conservan mucho tiempo. Las manzanas normandas vinieron desde Aragón y se extendió su cultivo a Cuenca. Son grandes, consistentes y también son de larga conservación.
Las camuesas son la élite de las manzanas. Aparecen referidas en textos de los siglos XV y XVI y siempre para alabar su exquisitez como la mejor de las frutas. Debió haber distintas variantes, que eran propias de lugares diferentes.
Hay un libro fantástico de 1615 de un médico español llamado Juan Sorapán de Rieros, titulado "Medicina española compuesta en proverbios vulgares de nuestra lengua". (Puede descargarse libremente de google books). El capítulo dedicado a la manzana es una joya.
En el podemos leer lo siguiente:
de las frutas la manzana
De todas las especies que hay de manzanas, es la más excelente aquella que llamamos camuessas en España. Porque además de ser aromática es mas grata y sabrosa al gusto que otra alguna fruta. Si consideramos la camuessa en cuanto al gusto, ninguna fruta hay que la exceda y si en cuanto a su virtud y bondad tampoco, porque esta fruta aprovecha mucho a los tristes y melancólicos. Para el cual efecto se hace de ellas conserva con azucar y un jarabe muy celebrado de su zumo. Cómense las camuessas con anis , en lo último de la mesa, para resolver ventosidades.
La foto que acompaña a este artículo está tomada el 30 de octubre pasado y es de un manzano que hay yendo a Salvacañete a la orilla izquierda de la carretera antes de la curva sobre el rio. Me sorprendió la cantidad de fruta que tenía. Aunque de baja calidad.
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