Sabina albar (Juniperus thurifera) y sus frutos. |
Hay algunas sabinas albares de buen porte en el término municipal. La foto está hecha subiendo por el camino del Tornajillo, llegando a Nogueroncillo. Junto a unos corrales hundidos hay varias.
Son árboles dióicos: hay machos y hembras. Las hembras dan los frutos que se ven en la imagen. (No todos los años). Se llaman gálbulos y en su interior hay 4 ó 5 semillas.
Las sabinas están protegidas por ley y con motivo. Hay pocas, crecen despacio, y se reproducen mal. En Salinas más vale que las cuidemos, porque la lluvia irregular y el sobrepastoreo no dejan que se renueve la población. En el término del pueblo yo solo he visto retoños en la parte alta del valle del Henarrubia.
Aunque los troncos no son ni largos ni rectos, la madera se ha usado mucho porque no se pudre: Tolera el sol y la lluvia sin llenarse de hongos.
Además de para madera, el uso tradicional era como abortivo. Se hacía infusión de los brotes tiernos y de los frutos y se tomaba con vino. Dice Andrés Laguna (SXVI) de sus hojas que:
“Bebidas con vino provocan la orina, y con ella juntamente la sangre. Puestas dentro de la natura o administradas con sahumerios, aceleran el parto.”
El aceite esencial de la sabina no tiene un efecto específico sobre el útero, es tan solo un tóxico muy fuerte y lo normal era que las mujeres que bebían el brebaje además de abortar se fueran “a criar malvas”.
El uso en “sahumerios” a que se refiere Laguna, parece que consistía en echar hojas o trozos de corteza en el calentador de la cama antes de utilizarlo. No creo que esto tuviese mucho efecto.
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