jueves, 15 de septiembre de 2022

Al gato canelo

 


Inmóvil, concentrado, ajeno al tiempo,
con esa cara de no ser buena gente,
su vista concentrada fijamente
detecta entre la hierba un movimiento.

Un salto sigiloso, sin estruendo,
termina con la vida de repente
de un topillo, que palma entre sus dientes
y se traga de vez, sin miramiento.

Pendenciero, rabón, malencarado,
altivo en el murete o el tejado.
Es el rey de Salinas, día y noche.

Disfruta de su trono confiado,
nada teme, de nada está asustado.
Si acaso, de que le atropelle un coche.  😅

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